Orando durante la pandemia global- Los cristianos en el mundo a la luz de Pablo en el Areópago
Padre Lawrence Bausch
En el nombre de único Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
La semana pasada, el Papa Francisco le pedía a la gente de todas las religiones que oraran para que la pandemia del Covid 19 termine.
Este llamado fue recibido con crítica por algunos, argumentando que él estaba minimizando la naturaleza única de la cristiandad. A la luz del sermón de la semana pasada, yo sugiero que esta crítica no ayuda. Esta pandemia amenaza a toda la gente del mundo y todos estamos en esto. Mientras más podamos trabajar en harmonía para abordar el reto, lo más efectivas serán nuestras oraciones.
En la lectura del día de hoy en hechos (17:22-34), leemos que San Pablo le habla a los “paganos” griegos sobre el tema de lo divino. En este pasaje él afirma dos elementos de sus creencias y prácticas y les muestra cómo cada una puede conectarse y se puede beneficiarse del mensaje que él les trae. Yo creo que al ver a estos elementos nos puede ayudar a entender, conectar y a orar (y tal vez con) no cristianos durante esta temporada en la cual tenemos una noción muy sólida de nuestra solidaridad global.
Primero, Pablo pone énfasis en que toda la gente está relacionada. Él cita a dos autores griegos que hacen este punto. Uno de ellos escribió, de un ‘dios’: “En él vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser”; el otro escribió, “porque somos de verdad sus retoños” (hechos 17:28). Pablo muestra cómo esto los prepara para reconocer que el “dios desconocido” que tiene un altar junto con muchos otros en este lugar tan importante es en realidad el “Dios que hizo al mundo y todo lo que hay en él, siendo el Señor del cielo y la tierra…” (hechos 17:24a). Más específicamente, Pablo enfatiza que “Él hizo de un solo hombre cada nación de la humanidad para vivir en la faz de la tierra…” (hechos 17:26a). Porque este Dios es el creador de todo, Él “no vive en templos hechos por hombres y tampoco es servido por manos humanas…” (hechos 17:25a). Pablo les está ayudando a ver que su intuición de un “dios desconocido” los ha preparado ha ver más allá de sus ídolos, sus otras “deidades”, porque el creador es más grande que todo lo hecho. Así que, solo hay un Dios para todas las personas y todos fuimos hechos por Él y para Él.
Segundo, Pablo los elogia por buscar al divino y un conocimiento más profundo de Él. La variedad auténtica de objetos de adoración es usada por Pablo para mostrar que tan “religiosos” son ellos (la palabra traducida del griego “religiosos” también se puede traducir como “temor a cualquier poder sobrenatural”) Dado al entendimiento de Pablo sobre el Creador, él escribe que la gente está hecha “para que buzquen a Dios, en la esperanza de que puedan sentir el camino hacia Él y encontrarlo a Él” (hechos 17:27b). También, el hecho de que tenían un altar a un dios desconocido sugiere una apertura a una revelación más avanzada.
En la porción de la lectura de Hechos de hoy que hemos estado considerando, hemos visto un campo sólido en el que podemos construir una unidad con toda la gente. Pablo uso la virtud que vio en los paganos de su día para establecer una conexión entre ellos y él. Esta estrategia podría ser de ayuda para que reconozcamos maneras en las que podemos orar y actuar como parte de la comunidad global al enfrentar una amenaza común. Enfatizar nuestras diferencias religiosas es más probable que nos divida y no que nos una.
Por supuesto, ¡Pablo reta a su audiencia a que se abran a una nueva revelación y los llama al arrepentimiento y a que mediten en la resurrección del que murió! Sin embargo, él deja esa parte crucial de su mensaje para otra ocasión. Hay, verdaderamente, un tiempo y un lugar para ser testigos del Evangelio, pero Pablo nos muestra que no será todo el tiempo y no todos los lugares.
Mientras continuamos nuestra colaboración con otros en responder a la crisis global, podemos confiar en que Dios nos bendecirá con todo lo que necesitamos para discernir y tomar este siguiente paso. Por hoy, Yo creo que es importante que nosotros estemos con los que sufren igual que nosotros y que nos apoyemos lo mejor que podamos los unos a los otros. Dios sabe los beneficios que saldrán de estos esfuerzos. Confiemos en su promesa de que cualquier cosa que ofrezcamos a Él en amor será pérdida, sino que dará fruto para su gloria y el levantamiento de su Reino.
COLLECTA: Oh, Dios, tú has preparado para los que te aman todas las cosas buenas más allá de nuestro entendimiento: empapa nuestros corazones de ese amor hacia ti, para que nosotros, al amarte sobre todas las cosas, obtengamos tus promesas, que son más de lo que podemos desear; por medio de Jesucristo nuestro Señor, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios para siempre y por siempre. Amen
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